miércoles, 16 de marzo de 2011

HOMOSEXUALISMO: ¡MODA U OPCIÓN?

"Dios creó a Adán y Eva, no a Adán y Esteban” es una frase que se menciona en una película donde actúa el hoy famoso Tom Hanks. No voy a negar que me causó mucha gracia y hasta me reí de muy buena gana al escucharla. Luego, después de todo el espectáculo interno (hablo de la asimilación subjetiva que uno tiene) y después de haber llorado junto a otros, seguidores como yo, de la película ganadora de muchas estatuillas; observé que la sexualidad se había salido del eje principal de la naturaleza humana y se estaba dirigiendo a una posición algo exagerada.
Soy consciente que las culturas en el mundo son muy distintas. Todas tienen algo en particular: bueno o malo según la perspectiva de cada idiosincrasia. Pero, fuera de todo hecho cultural debería llamar la atención el hecho de que la bisexualidad le ha ido ganando terreno a la homosexualidad poco a poco y sin misericordia. ¡A qué se debe esta aceleración a gran escala? Estoy seguro que muchos se lo han preguntado y, al igual que yo, están esperando una respuesta satisfactoria. Nada de respuestas airadas direccionadas al homofobismo ni tampoco de aquellas de autodefensa, ofensivas y agresivas.
He conocido mucha gente. Varones y mujeres que aman no solo a personas del sexo opuesto, sino también, la naturaleza, la paz, el mundo mágico y más.
Sé muy bien que todos recuerdan el momento exacto en el cual su mayor astro, su cantante favorito, su amigo más guapo o simplemente la chica más bonita los sorprendió confesándoles su preferencia sexual: soy gay, soy bisexual, soy lesbiana. Quizá también al igual que yo, hayan sentido un vacío inmenso en ese universo único que habían creado, de sueños o ilusiones, junto a la persona que más admiraban en la vida. Todo se va al tacho de una manera raspante, doliente, atroz.
También he llorado de alguna manera esa noticia cuando la mujer a quien amaba me confesó un día que amaba a otra mujer y aun obsesionado con la idea de un enamorado empedernido quería, de alguna manera torcer el destino: enderezar el árbol que poco a poco se había ido distorsionando. No se pudo. No se pudo quizá tener el temple necesario para lograrlo.
Hoy observo desde una distancia recelosa las cosas que suceden en la sociedad, en el “mundo moderno” y aun sigo incrédulo ante la realidad que se me presenta sin ningún tipo de disimulo y restricción.
No soy un homofóbico. No soy un resentido. No, un morboso. Solo soy uno más del montón que busca una explicación racional a ciertas cosas de la vida que uno mismo jamás se podrá explicar.
Soy consciente que la cultura europea avanza a una velocidad vertiginosa y la liberalidad, en cierto modo, ha llegado casi a sus límites. Pero Europa es Europa y el Perú es el Perú. Y si no saben a lo que me refiero digo que cada continente o país tiene su propio sistema, su propia cultura, su propio tiempo. ¿Por qué entonces el afán de ser lo que no somos? ¡Por qué la manía enfermiza de copiar modelos de comportamiento de otros lugares, aun sabiendo que no encajarían en el sistema cultural de los lugares a donde los direccionamos? Quizá los estudiosos tengan razón al afirmar que la falta de identidad cultura, la falta de autoestima y la falta de una educación de valores determinen necesariamente el colapso de una sociedad como sociedad autónoma, desconociendo de esa manera su acervo cultural.
La homosexualidad ¡es una opción o una moda? En el lugar en el que me encuentro no puedo aceptar que sea una opción, sino un capricho.
¿Cómo explicar entonces el número prominente de hombres y mujeres adolescentes con una inclinación casi descontrolada a personas de su mismo sexo? ¡Cómo explicar el hecho de que en los colegios conviva el lesbianismo a vista y paciencia de compañeros y maestros? ¡Cómo explicar el hecho de una degeneración consecuente si no se hace nada por evitarlo?
Siempre he creído que las mujeres son mucho más maduras y centradas que los varones. Tengo también desde siempre la imagen femenina de una mujer y la representación de masculinidad de los varones. ¡Por Dios! ¡Cómo me explico entonces una mujer besando apasionadamente a otra mujer y a un varón teniendo relaciones con otro de su mismo sexo?
Pienso que las opciones deben estar ligadas a la madurez de una persona y no al ímpetu de sobresalir frente a los demás para así poder llamar la atención de manera peculiar. La homosexualidad “Pienso” debe tener como slogan la responsabilidad de saber bien lo que es y afrontar las consecuencias por ello.
Pienso también que la mal llamada moda globalizante está perturbando de alguna manera la educación social de los pueblos que aun no saben lo que es una verdadera revolución: en ninguno de sus géneros.
No soy nadie para juzgar: no juzgo. Soy un opinante más que no acepta las cosas a la ligera y menos aun si vienen de personas vacías de alma y pensamiento.