¡Eres un mentiroso!… el eco de aquellas palabras habían ido carcomiendo su alma y avivando su rencor hacia sus hermanos.Esa noche, luego de los disparos, lo encontraron sobre un bulto rojo, abrazando el rifle con orgullo. Reía como loco, dando gritos de excitación: ¡se los dije!, les dije que no era ningún mentiroso; mientras tres voces al unísono gritaban desesperadas: Papááááá, Papitoooo… pero aquel hombre disfrazado, no volvería a despertar en ninguna navidad.
3 comentarios:
hermano estas escribiendo bkn
un abrazo fraterno. estaremos en contacto.
me gusta que sigas escribiendo...un beso espero sepas quien soy...el silencio no es olvido... te quiero
hmmmm... tienes fans
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