martes, 6 de agosto de 2019

Triste... una vez más
sentada en la desconfianza
que transita en su alma
como vago esperpento... de la soledad.

Así está ella...desde que su niñez
con sonrisas bermejas
se le escurrió... por entre las piernas.

Triste como cuando decidió
cerrar para siempre... su corazón
y abrir su desesperanza
a una muy vieja desilución.

Así estará siempre...
mientras sus ojos no se abran a la esperanza
y no permita que un hálito de calor
entibie... su congelado corazón.

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